Inocente, no, tengo hambre de vida,desperté un domingo sediento de sueños,recé en todas las iglesias y comulgue mi fe,no hable del almuerzo, corrí para el parque a jugar.
Luego era día lunes de trabajar,el martes yo corrí para cerrar la puerta del miércoles,debo haber perdido algún grito cuando volvía,el jueves descansé para el viernese salir más temprano.
Hablo de la vida como un instante de locura,quería saber hacer felicidad en los ojos de los hombres,iluminar como luciérnaga el trecho que camino,enamorado, girar mil veces el día sábado.
Un día voy a extender mi vida por las carreteras,mostrar que intenté ser liberado y liberador,antes que me maten un día domingo,mucho antes de la misa o de la locura de tanto amar.
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