Tu cansancio cede, cuando permites el sueño profundo... Tus lágrimas cesan, cuando das lugar a la comprensión de tu momento... Tus estrellas se van, cuando quieres el frescor de las mañanas... Tú amaneces, cuando quieres contemplar tu día...
Tus lágrimas cesan, cuando das lugar a la comprensión de tu momento... Tú anocheces, cuando quieres silenciar con la brisa de la noche... Tu prisa se diluye cuando oyes la plegaria de tu propio ser...
Dias y noches van cumpliendo tu destino y la paciencia sigue... Sigue generosa al lado tuyo, dándote recursos para que evoluciones en la más perfecta armonía.
Deja que la paciencia florezca en tu ser.
Deja que ella te pueda enseñar el arte del madurar, de las largas horas vividas para encontrar el hilo que teje amorosamente tu existencia...
Deja que ella te dé ojos para mirar y palabras para susurrar... Deja que ella dé formas a lo que no ya consigues terminar...
Deja que ella traiga el aire para que respires la vida, el ansia de los que quieren conocer...
Así, sabrás cuando y donde el fruto
deberá ser cosechado y saboreado en paz. ....
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