Vine para la red sin juegos suyos,
Ansiando al fin, cambiar la tramoya,
Proliferando alejados, donde los suyos,
Repelentes seres usan paranoia,
Para vivir, las vidas futiles suyas,
Desdeñando unos de los otros, vis
E impuros y tornando días inútiles
En el desasosiego, de sus perfiles.
Constrito quedé, que doctos poetas,
Observando tal, nada allí hiciesen,
Para con razón, cambiaren los atletas.
Pero, ah, que veo yo, en este cariz,
Poetas, al que ellos se enaltecen,
Cambió de repente, su fuerza motriz.
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