No quiero recomenzar nada,ni luz de velas quiero,
no importa si el sol no aparece,aprendí que no importa
el mundo,si yo soy lo que él hace continuar.
Amarré un puñado de felicidad,
envolví mis pasiones,olvidé aquellas peleas inútiles,
golpié la puerta como si nunca quisiera más abrirla,
y partí, hasta hoy no sé para donde.
Fui a la búsqueda de alas, de nubes, quería volar,
aprendí que nada aprendí de este tal amor,
la alegría corre con los días de lluvia,
el abrazo viene cuando menos lo precisamos,
nos sentimos libres hasta que la soledad nos agarra.
Esperé que la tempestad se fuera del pecho,
nadie enjuga el tejado después de la lluvia,
de nada servirán las lágrimas, eran pocas,
tinha sede de abraçar como só o amor ensina,del beso sin preguntas como ella hace.
Caminaron por mi cuerpo como si fuera objeto,
no percibieron que tenía vida,
las emociones eran parte locura, parte deseo,
por miedo de la liberdad di vueltas en torno del sentimiento,
por miedo de amar que usé o no como escudo.
Aún no descubrí que camino seguír,después de ayer,
después de todo el amor que di,soy mitad coraje mitad miedo,
como quien duerme medio día y media noche,
jamás sabrá del calor del sol o las formas de la luna.
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