Cuando, Carlos Magno, unificó Europa,
Todos se congratularon com tal requisito…
Lo que él no soñaba era que la vil tropa,
De nuestros tiempos, no pedisse opinión,
Para usurpar a los paises más pequeños,
Con sus políticas de desgaste y despotismo.
Vivimos una Pax romana y sus degredos,
Afirmando que todos son iguales en el facismo.
Que bién debe saber, quitar de la espalda, tal peso,
Pero no tardará un nuevo Holocausto,
No importando quién compras en el reles defeso.
Si estás de mi lado, soy tu amigo: dice el roto
Al desnudo. Mientras tanto yo verifico el claustro
Monástico, para emseñarles mi escroto.
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